miércoles, 29 de noviembre de 2017

Dissonance.


Dissonance es un extraordinario corto dirigido por el realizador y artista digital alemán Till Nowak.

¿Quién posee la realidad? ¿Quién define dónde comienza la fantasía?
Un músico vive una vida solitaria en un mundo surrealista y flotante. Toca el piano todos los días en una gigantesca sala de conciertos, pero nadie le escucha. Un día su mundo animado se derrumba y la realidad estalla. Echa de menos a su hija y quiere visitarla, pero su madre no lo permite.
La película se transforma sin fisuras de una animación a un drama de acción en vivo, reflejando el viaje desde la mente psicótica de un músico callejero hacia el mundo real.
Él sólo tiene un deseo: tocar para su hija, a la que ya no le está permitido visitar.



domingo, 26 de noviembre de 2017

La tempestad del Segador.


La mentira se alza sola, el solitario engaño con la espalda vuelta, da igual la dirección de tu reticente acercamiento, y con cada paso tu objetivo sigue adelante, tu zancada se pierde el sendero se pliega sobre sí mismo, una y otra vez caminas y lo que se alzaba solo ante ti, errante como una desgracia, un pronunciamiento accidental, ahora revela su legión de hijos, esta masa que hierve en hebras y nudos y, rodeado, no puedes coger aliento, no puedes moverte.
El mundo es tu obra, y un día, amigo mío, te alzarás solo entre un mar de muertos, la adquisición de tus palabras todas sobre ti y el viento te abrirá con una carcajada un nuevo sendero, que llevará al tormento interminable; el solitario engaño es su soledad, la mentira es la mentira que se alza sola, las hebras y los nudos de la multitud se tensan en recto juicio con el que tú, otrora, con tanta libertad estrangulaste a cada cual que decía la verdad, cada voz disidente.
Así que ahora alivia tu sed en mi compasión y vete al otro mundo muerto de sed en el yermo.
El emperador Dorado.

Fui en busca de la muerte en las hundidas ruinas de la nave del templo de alguien. Fui en busca entre flores, asintiendo a las palabras del viento, de afligidos relatos de guerra. Fui entre los canales de sangre,tras las tiendas de las mujeres, todos los niños que nunca fueron.
Y en la tormenta de hielo y olas, fui en busca de los ahogados entre conchas espinosas y romos gusanos, donde los granos se arremolinaban, todos y cada uno clamando su nombre, su vida, su pérdida. Fui a los actuales caminos que me llevaron a ningún lugar conocido.
Y en las quietas brumas, muy lejos, donde la luz misma se arrastraba incierta, fui en busca de sabios espíritus, gimiendo sus verdades en oscura marga. Pero el musgo guardaba silencio, demasiado húmedo para recordar mi búsqueda, encontrando al fin donde los segadores siembran, cortando tallos para llevarse la estación. Fracasé en mi orgullosa búsqueda. Ante una segadora hoja de pedernal.
Y postrado, perdido para el verano, desnudo como su cálido caparazón de juvenil promesa, fui enviado lejos, al cielo del relicario del otoño, hasta que los huesos de la noche eran clavos resplandeciendo bajo el frío olvido, y oscuridad abajo, la muerte vino a encontrarme.
Antes de Q’uson Tapi
Toc Anaster.
Steven Erikson - La tempestad del Segador

viernes, 17 de noviembre de 2017

The Sci-Fi & Fantasy art of Patrick J. Jones.


Patrick J Jones es el autor de dos libros de técnica de arte más vendidos: "'Sci-fi & Fantasy Oil Painting Techniques' y "The Anatomy of Style" donde detalla sus métodos de dibujo. Su tercer libro, "The Sci-Fi & Fantasy Art of Patrick J. Jones" contiene 150 pinturas increíblemente realistas, tanto digitales como tradicionales, inspirado por artistas como Boris Vallejo, Frank Frazetta o José Segrelles. Su control de la pintura y los pinceles es realmente sorprendente, usando técnicas y herramientas de pastel, lápiz y carbón, nos traslada a una combinación única de exquisito sentido del color, desde la ciencia ficción a la mitología clásica, su comprensión de la anatomía, el diseño, la composición y la iluminación es excelente, pero principalmente su arte es mágico. 


viernes, 3 de noviembre de 2017

simbologia de la espada vikinga.



La espada era el símbolo de la condición de hombre libre, el arma mágica por antonomasia. Los cantos de los bardos y las epopeyas de las sagas han tejido toda una fabulosa guirnalda alrededor de este precioso y personalísimo instrumento de lucha. Siete veces alaba la Edda de Sigurd la espada Gram que brillaba como fuego y era tan afilada que cortaba un copo de lana arrastrado por la corriente del río. Egil Skallagrimsson alaba en su Dragrawantil, un mito sueco, la espada Tyrfing, forjada por enanos y que la doncella Herwör arrebató, después de muchas peripecias, de las manos del héroe, apartándola de los campos de la guerra y la rapiña eternas.
Los vikingos profesaban un verdadero culto a sus espadas; les conferían nombres pomposos, altisonantes y esclarecidos, amaban el centelleante acero con fervor religioso e hinchaban su sangrienta poesía de las espadas con alusiones eróticas capaces de hacer creer que los poseedores de las espadas no se separaban nunca de sus armas e incluso se acostaban con ellas.
La ciencia no sólo dispone de impresiones poéticas, sino de abundante material. Sólo en tierra noruega se han encontrado más de dos mil espadas nórdicas. Tal abundancia ha permitido a los arqueólogos establecer una clasificación de tipos de espadas con más de veinte grupos distintos. Pero todas tienen una característica común: la hoja recta, terminada en pico y casi siempre de dos filos y en cuyo centro hay excavado un canal liso o ranura.
Las mejores hojas procedían de la Renania franca (sobre todo en el «triángulo de hierro» entre Colonia, Solingen y Siegen) dónde en aquellos tiempos trabajaban los mejores forjadores de armas de toda Europa. Los fabricantes de espadas renanos producían un acero de primera calidad y dominaban también el arte del damasquinado. Las hojas de acero las producían (según la descripción técnica de James Mann) «mediante la fusión de diversos metales colocados en delgadas capas, unos encima de otros y luego martilleados hasta que se producía un conjunto uniforme».
Con las espadas procedentes de estas fábricas, hojas hermosas y deslumbrantes, no podían competir los talleres nórdicos de aquel tiempo. Además fabricaban los adornos y los aditamentos necesarios. La especialidad era el grifo decorado según la riqueza y posición del comprador, esto es, cincelado, plateado, dorado y con incrustaciones, Por eso la espada ideal de un gran hombre vikingo se componía de una hoja franca y de un grifo nórdico. La vaina era de madera reforzada con cuero y se colgaba al cuerpo con correas y hebillas. De un cinto de cuero colgaba también el puñal de hierro de un solo filo que el vikingo llevaba siempre consigo y que para el guerrero era la ultima ratio en la lucha cuerpo a cuerpo.
Rudolf Pörtner,  Die Wikinger-Saga.